Y aunque no me agrade, permito que te caigas las veces que te hagan falta, cuando peor estés y sientas que la tierra te absorbe para dentro, que se te echan encima todos los problemas, y que quieres conseguir cosas que temporalmente no tienes en tus manos.
Pero recuerda, que siempre voy a estar ahí, porque mi obligación es levantarte cuando te caigas, hacer que sonrías cuando más ganas tengas de llorar, tener mi teléfono disponible a todas horas para cuando necesites que te escuche..
Y efectivamente, eso no es una obligación para mí, es algo que me encanta hacer, para tener conmigo la felicidad de mi mejor amiga.
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